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2 diciembre, 2020Todos hemos escuchado alguna vez la palabra japonesa kamikaze. Sabemos que kamikaze fue la forma en la que los japoneses llamaban a los soldados que, en un enorme acto de patriotismo y locura, se suicidaban estrellando sus aviones contra los objetivos enemigos con el fin de causar el mayor daño posible. Este método de ataque se sintió con fuerza durante el muchas de las escaramuzas que tuvieron lugar en la guerra de Japón contra EEUU en las que muchos pilotos japoneses dieron su vida por su patria. En base a estos hechos, la mayoría de la gente cree que kamikaze quiere decir suicida. Pero en realidad, alberga un significado mucho más profundo que ese. Hoy, en la nº 32 de la serie #Las100PalabrasMásBellasdeJapón te contaré una historia que seguir que nunca habías escuchado antes y por fin, entenderás el porqué de esta enigmática palabra.
Kamikaze
神風
El viento divino
Las invasiones del temido ejército de los hunos
Hace muchos años, Mongolia se convirtió en el mayor imperio del mundo antiguo. Comandados por Kublai Khan y en pleno auge conquistador, en el siglo XIII los Hunos pusieron sus ojos sobre las islas de Japón. Kublai Khan estaba decidido a enviar cientos de barcos para conquistar el país, pero antes mandó una carta al gobierno japonés exigiendo el pago de unos tributos a todas luces excesivos. Los japoneses sabían que no podían hacer frente a aquellas demandas así que optaron por no contestar y prepararse para lo peor.
Tal y como suponían, los mongoles lo dispusieron todo para iniciar una invasión. En 1274, Kublai Khan envió una gigantesca flota de barcos con miles de hombres a bordo dispuestos a conquistar el archipiélago japonés. Cuando los ejércitos samurái vieron lo que se les venía encima, rezaron a dios rogándole por la salvación. De forma casi milagrosa, un gran tifón apareció y destrozó una gran parte de la flota enemiga, dejando en la costa a merced del ejército de samurái, a una buena parte de los soldados mongoles. Los samurái no tuvieron muchas complicaciones para arrasarles y convertirles en esclavos.
Decidido a ganar la guerra
Kublai Khan, decepcionado por lo ocurrido y dispuesto a hacer cualquier cosa para vengar aquel desafortunado acontecimiento, volvió a reunir a su ejército y en el año 1281, por segunda vez, lo mandó partir hacia Japón. En esta ocasión no estaba dispuesto a permitir otra derrota, así que no escatimó en recursos. Unos 200.000 hombres a bordo de 400 naves, partieron hacia el archipiélago con intención de conquistar hasta la última de las islas.
Cuando ya todo parecía perdido, los japoneses volvieron a recibir un regalo inesperado. De nuevo un tifón tomó parte en la batalla y antes de que el ejército de los Hunos pudiera desembarcar, sus fuertes vientos arrasaron por segunda vez la flota salvando así de nuevo a los japoneses de una derrota casi asegurada.
Tras esta segunda humillación, Kublai Khan decidió abandonar y los japoneses se erigieron como vencedores. Desde entonces, ambas tormentas fueron bautizadas con el nombre de Viento Divino, o lo que es lo mismo, Kami Kaze.
El ejército japonés de los años 40 recuperó estas palabras y las utilizó para nombrar a los soldados que estaban dispuestos a dar su vida por la salvación de su amado imperio. Estos soldados se consideraban así mismos como el viento divino que de nuevo, daría a Japón la victoria en la que hasta el momento, era su guerra más importante.
Los kamikaze no pudieron volver a salvar a los japoneses y fueron derrotados. Pero en los corazones de aquellos que entregaron sus vidas por la causa, siempre quedará un profundo sentimiento del deber cumplido y de entrega a su país, aquello que más ansiaba proteger.
En ningún momento he querido en esta reflexión transmitir mi apoyo por lo que fue una de las unidades de batalla más importantes de Japón durante sus guerras contra EEUU. Sin embargo, no deja de sorprenderme que una serie de personas fueran capaces de dar lo más importante que tenían, sus propias vidas, por algo ajeno a ello. Sin duda, la influencia de la cultura samurái y el código del bushido en el que valores como el honor y la lealtad son pilares esenciales, han tenido mucho que ver en la forma en la que se comportaban los soldados japoneses. Una sociedad con una mentalidad muy colectiva capaces de sacrificarse por el grupo y con la creencia de que existe un bien mayor que uno mismo por el que servir.
En mi opinión, aquello que pierde su punto de equilibrio y se acerca a un extremo, nunca es lo más recomendable. El caso de los Kamikaze, es un ejemplo claro de cómo los extremos pueden llevar a las personas a hacer cosas que superan la ficción. ¿Cómo iban a imaginar los soldados americanos que los aviones japoneses se estrellarían contra sus barcos con la vida de su piloto en el interior? Su espíritu exagerado del colectivo, llevó a los japoneses a proteger su nación por encima incluso de sí mismos. Esta es una lección que todos deberíamos de aprender. Los extremos nunca son buenos y en el punto medio, está la virtud. Esa es para mí la enseñanza más valiosa que aquellos pilotos suicidas nos dejaron a todos los que hemos llegado a conocer su historia.
Como esta, hay muchas otras enseñanzas que se pueden extraer de la cultura japonesa y que a mi personalmente me han ayudado mucho a construir una vida mejor de la que ya tenía. Estoy 100% comprometido en compartir con el mundo todo lo que he aprendido en mis más de 16 años de conexión con Japón. Y por ello, a todos los lectores de mi blog me gustaría regalaros el ebook “9 grandes enseñanzas de Japón” en el que he reunido algunos de los aprendizajes más valiosos que he obtenido de su cultura.
Por otro lado, si te ha gustado la palabra japonesa Kamikaze y su honorable significado, ayúdame a difundirla con otras personas y comparte este artículo en tus redes o mándaselo a alguien a quien creas que le puede interesar. También me encantará leer tus comentarios sobre lo que te ha parecido. ¡Déjame uno! Siempre contesto 😉
3 Comments
HOLA !
MARCOS, ADMIRABLE !!!
TE ESCRIBE Josy
he buscado información de la cultura japonesa y he llegado a tu pag.
Estoy aprendiendo de su filosofía y he llegado a entender mucho,
gracias al contenido que brindas..
saludos desde Ecuador
Sami …
Hola Josy! Muchas gracias por tu comentario! UN placer saber que estás disfrutando con el contenido. Eso me anima mucho a seguir aportando!
[…] rival más duro, uno que no había perdido nunca con una técnica acojonante. Salí como un Bushi Kamikace y gracias a mi Miranai del día anterior y algo de Daikichi conseguí mi cinturón […]