Samurái: Aquellos que sirven

Quizás esta sea una de las palabras más extendidas del japonés. Los samurái han sido protagonistas de historias y películas desde hace ya décadas y representan uno de los aspectos de la cultura japonesa que más llama la atención en el extranjero. Hoy me complace presentaros la nº 31 de la serie Las 100 palabras más bellas de Japón donde analizaremos el significado de la palabra japonesa samurái, su historia y toda la verdad que se esconde detrás de un término que es mundialmente conocido.

侍

Samurái

Aquellos que sirven

Si os soy sincero, esta también fue uno de los puntos que me llevó a conectarme tanto con Japón. Cuando tan solo era un niño, soñaba con ser un samurái. Me fascinaban los relatos que se contaban de estos enigmáticos guerreros. En mi adolescencia, comencé a practicar Karate y entendí la profundidad que se escondía tras los códigos de comportamiento de las artes marciales orientales. Valor, amistad, honor, respeto. Posiblemente, todo lo que he hecho a lo largo de mi vida en relación a Japón, nació de aquella atracción por la figura de estos luchadores. Pero, ¿Qué significa en realidad la palabra samurái?

Aunque cuando escuchamos la palabra Samurai, visualizamos a una persona con vestimentas típicas japonesas y siendo portador de una o dos Katanas, el verdadero significado de la palabra viene del verbo “saburau” del japonés antiguo que significa “servir” y que se transforma en “Saburai” que significa “aquel que sirve.”

En realidad, el término más apropiado para definir a la que fue la élite militar durante siglos en Japón no es el de samurái, sino que es el de Bushi (武士) que significa guerrero. Históricamente hablando, los primeros registros que se conocen de la palabra samurái datan del siglo octavo y curiosamente, se utilizaba más bien para hablar de sirvientes domésticos. Especialmente aquellos que se dedicaban a atender a las personas mayores. 

¿A que esto no te lo imaginabas? Por supuesto, es un pequeño detalle del que no hablan en todas las películas e historias trata sobre los legendarios samuráis que defendieron de sus enemigos al país del sol naciente. Lo que sí es cierto, es que con el tiempo, el término acabó llegando al ámbito militar y su significado fue cambiando para acabar englobando a los mercenarios que contrataban los señores feudales del Japón para proteger sus tierras y embarcarse en guerras con los las regiones vecinas. Gracias a los gunkimono (軍記物), una serie de historias de guerra que datan del siglo doce, hoy tenemos un registro de cómo la figura del samurái se fue consolidando en la que fue la casta que marcó el rumbo de Japón durante casi un milenio. 

El origen de la figura del samurái tal y como la conocemos hoy en día, surge en la que  fue una época de gran inestabilidad nacional a lo largo del siglo décimo y se reforzó al finalizar las Guerras Genpei a finales del siglo doce, momento en el que los emperadores fueron relegados del poder y se estableció un gobierno militar al cargo del shōgun, que curiosamente era nombrado por el emperador y pertenecía al líder del clan más poderoso del momento. 

Históricamente hablando, la imagen de un samurái estaba más vinculada con la de un guerrero que utilizaba el arco montado sobre un caballo y que empuñaba en batalla una lanza larga conocida con el nombre de naginata, que con la de ese espadachín que blandía una katana curva y que hacía las delicias de todo aquel que le contemplaba luchar. Como no podía ser de otra forma, la literatura y el cine siempre tienden a endulzar la verdad para hacerla todavía más sugerente de lo que en sí misma es.

La mayor enseñanza de los Samurái

Sin embargo, a pesar de que al conocer la auténtica historia de los samurái el glamour pueda caer un poco, para mí siguen siendo un icono de Japón y aunque sus orígenes no sean tan románticos, nadie puede negar que fueron refinados y diestros guerreros que ponían en práctica las virtudes del código samurái que con el paso de los años se fue conformando hasta que en el siglo diecisiete, adoptó su estructura definitiva cuando se escribió el Bushido, o lo que se traduce como el camino del guerrero en el que se respetan cualidades como la justicia, la templanza, la solidaridad, el coraje y el honor. Más allá de la batalla y los enemigos, había unas reglas conductuales que respetar. Sin duda creo que esa es la mayor enseñanza que nos dejan los samurái y por la que aún sigo sintiendo un gran aficionado a todos sus relatos. Incluso en los momentos de mayor dolor y sufrimiento, cuando la peor parte del ser humano sale a la superficie, aun así puede haber un rayo de esperanza y cordura.

Como esta, hay muchas otras enseñanzas que se pueden extraer de la cultura japonesa y que a mi personalmente me han ayudado mucho a construir una vida mejor de la que ya tenía. Estoy 100% comprometido en compartir con el mundo todo lo que he aprendido en mis más de 16 años de conexión con Japón.  Y por ello, a todos los lectores de mi blog me gustaría regalaros el ebook “9 grandes enseñanzas de Japón” en el que he reunido  algunos de los aprendizajes más valiosos que he obtenido de su cultura.

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