Esta es otra palabra que habla de un momento especial relacionado con la naturaleza. Un momento que se da en pocas ocasiones, pero que cuando presencias, puede llegar a embriagarte si eres capaz de apreciar su belleza.
Para los japoneses, esas noches en las que hay luna llena y además, una ligera bruma, merecen ser apreciadas. Son dignas de que dediquemos una pequeña parte de nuestro tiempo a sentarnos y disfrutar del paisaje.