Uno de los rasgos que en mi opinión definen más al pueblo japonés es la gran sensibilidad que tienen por la belleza, la elegancia y la armonía. Si hay alguien capaz de apreciar algo bonito, esos son los japoneses.
Durante los años que viví allí, no dejó de sorprenderme el alto nivel con el que trabajan los artesanos, los diseñadores de jardines, los arquitectos de los edificios tradicionales y todos los profesionales que están relacionados con crear objetos y espacios hermosos.